Los Estados siempre han tenido un importante papel en las
sociedades democr谩ticas como los ejecutores del orden social.
Por lo general, penalizar la conducta social con tiempo en la c谩rcel,
multas y otros castigos es el intento de mantener una sociedad ordenada.
En el pasado, el estado tuvo un papel muy secundario en el desarrollo
econ贸mico, que tend铆a a favorecer un enfoque de laissez faire.
Sin embargo, se determin贸 que el libre mercado no necesariamente crea una sociedad justa y que muchos males sociales como el desempleo, la carga de la salud, y los conflictos civiles contin煤a sin cesar en la . Como resultado, los te贸ricos pol铆ticos y econ贸micos radicalmente comenzaron a re-evaluar el papel del Estado en el mercado, llegando finalmente a la como una posible soluci贸n a estos problemas.
Las ideas sobre el estaban alineadas en marcado contraste con la cl谩sica teor铆a econ贸mica liberal.
Aunque los liberales sociales est谩n de acuerdo en que el capitalismo y los mercados son una manera efectiva de distribuir los bienes de la sociedad, a menudo se necesita cierta orientaci贸n por parte del gobierno.
Por lo tanto, con el fin de disminuir la prevalencia de males sociales, el gobierno debe tomar un papel m谩s activo en la redistribuci贸n de recursos a los grupos desfavorecidos y proporcionar protecci贸n a los m谩s vulnerables. A medida que la idea del Estado social-liberal comenz贸 a ganar fuerza en el mundo a principios del siglo 20, los gobiernos comenzaron a establecer programas de salud universal, el seguro de desempleo, asistencia social, y una serie de otras medidas que pretende elevar el nivel de vida de los pobres personas.
Sin embargo, las fuerzas del neoliberalismo que emergi贸 en la d茅cada de 1970 para combatir el creciente poder del Estado social-liberal.
Prominentes te贸ricos neoliberales como Milton Friedman y Friedrich Hayek sostiene que los gobiernos eran inherentemente ineficiente en la redistribuci贸n de recursos en la sociedad, y que estas actividades era mejor dejarlas al sector privado (es decir, las corporaciones).
Sostuvieron adem谩s que los gobiernos deben desregular las actividades (que el mercado libre debe actuar por su cuenta) y la privatizaci贸n de empresas estatales (como la sanidad, los servicios p煤blicos, etc.).
Pol铆ticos como Ronald Reagan en los Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido empujaron la agenda del neoliberalismo y de forma masiva la desregulaci贸n de actividades econ贸micas, los sindicatos atacados, y revertir la provisi贸n del bienestar.
Sin embargo, es bastante claro que la econom铆a neoliberal es perjudicial para la sociedad y el medio ambiente.
Desregulaci贸n masiva de la econom铆a da a las empresas demasiado poder para hacer movimientos arriesgados para la ganancia a corto plazo. Prueba de ello puede verse en las repercusiones de la crisis financiera mundial en la d茅cada de 2000.
Las instituciones financieras comenzaron a otorgar pr茅stamos riesgosos a los posibles compradores de casas que no eran financieramente estables. A pesar de que estos pr茅stamos generan ganancias a corto plazo, cuando las instituciones financieras se dieron cuenta de que no hab铆a medios para que esos pr茅stamos sean pagados, el sector financiero mundial comenz贸 a quebrar. Por lo tanto, cuando a las corporaciones se les da demasiado poder (a trav茅s del libre mercado) a que creen sus propias reglas, a menudo pueden crear a largo plazo consecuencias sociales.
Por otra parte, la econom铆a neoliberal no es efectiva para proteger el medio ambiente.
Con las corporaciones a su cargo, su 煤nica motivaci贸n es el lucro. Como resultado, se sobreexplotan de los recursos y emiten grandes cantidades de contaminaci贸n por sus beneficios a corto plazo.
Teniendo en cuenta todas las consecuencias negativas asociadas con el neoliberalismo, la implementaci贸n del desarrollo sostenible debe permitir a los estados ejercer m谩s poder sobre la regulaci贸n.
Mercados todav铆a necesitan que se les permita seguir su curso, pero el Estado tiene que adoptar un papel m谩s activo en la prevenci贸n de conductas perjudiciales y estimular el buen comportamiento.
Por ejemplo, un estado puede aplicar un impuesto sobre la contaminaci贸n para alentar a las empresas a adoptar tecnolog铆as m谩s sostenibles, ya que la reducci贸n de la contaminaci贸n equivaldr铆a a menos impuestos para las corporaciones.
Sin embargo, un Estado tambi茅n puede fomentar el buen comportamiento a trav茅s de incentivos financieros (o subsidios).
Un ejemplo de esto ser铆a que el gobierno (parcialmente) financieramente reembolse a los propietarios de viviendas para la compra de m谩s aparatos que ahorran energ铆a.
Al final, modelos econ贸micos neoliberales tienen serias deficiencias, que s贸lo pueden ser abordadas por la intervenci贸n del gobierno en el mercado.
Sin embargo, se determin贸 que el libre mercado no necesariamente crea una sociedad justa y que muchos males sociales como el desempleo, la carga de la salud, y los conflictos civiles contin煤a sin cesar en la . Como resultado, los te贸ricos pol铆ticos y econ贸micos radicalmente comenzaron a re-evaluar el papel del Estado en el mercado, llegando finalmente a la como una posible soluci贸n a estos problemas.
Las ideas sobre el estaban alineadas en marcado contraste con la cl谩sica teor铆a econ贸mica liberal.
Aunque los liberales sociales est谩n de acuerdo en que el capitalismo y los mercados son una manera efectiva de distribuir los bienes de la sociedad, a menudo se necesita cierta orientaci贸n por parte del gobierno.
Por lo tanto, con el fin de disminuir la prevalencia de males sociales, el gobierno debe tomar un papel m谩s activo en la redistribuci贸n de recursos a los grupos desfavorecidos y proporcionar protecci贸n a los m谩s vulnerables. A medida que la idea del Estado social-liberal comenz贸 a ganar fuerza en el mundo a principios del siglo 20, los gobiernos comenzaron a establecer programas de salud universal, el seguro de desempleo, asistencia social, y una serie de otras medidas que pretende elevar el nivel de vida de los pobres personas.
Sin embargo, las fuerzas del neoliberalismo que emergi贸 en la d茅cada de 1970 para combatir el creciente poder del Estado social-liberal.
Prominentes te贸ricos neoliberales como Milton Friedman y Friedrich Hayek sostiene que los gobiernos eran inherentemente ineficiente en la redistribuci贸n de recursos en la sociedad, y que estas actividades era mejor dejarlas al sector privado (es decir, las corporaciones).
Sostuvieron adem谩s que los gobiernos deben desregular las actividades (que el mercado libre debe actuar por su cuenta) y la privatizaci贸n de empresas estatales (como la sanidad, los servicios p煤blicos, etc.).
Pol铆ticos como Ronald Reagan en los Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido empujaron la agenda del neoliberalismo y de forma masiva la desregulaci贸n de actividades econ贸micas, los sindicatos atacados, y revertir la provisi贸n del bienestar.
Sin embargo, es bastante claro que la econom铆a neoliberal es perjudicial para la sociedad y el medio ambiente.
Desregulaci贸n masiva de la econom铆a da a las empresas demasiado poder para hacer movimientos arriesgados para la ganancia a corto plazo. Prueba de ello puede verse en las repercusiones de la crisis financiera mundial en la d茅cada de 2000.
Las instituciones financieras comenzaron a otorgar pr茅stamos riesgosos a los posibles compradores de casas que no eran financieramente estables. A pesar de que estos pr茅stamos generan ganancias a corto plazo, cuando las instituciones financieras se dieron cuenta de que no hab铆a medios para que esos pr茅stamos sean pagados, el sector financiero mundial comenz贸 a quebrar. Por lo tanto, cuando a las corporaciones se les da demasiado poder (a trav茅s del libre mercado) a que creen sus propias reglas, a menudo pueden crear a largo plazo consecuencias sociales.
Por otra parte, la econom铆a neoliberal no es efectiva para proteger el medio ambiente.
Con las corporaciones a su cargo, su 煤nica motivaci贸n es el lucro. Como resultado, se sobreexplotan de los recursos y emiten grandes cantidades de contaminaci贸n por sus beneficios a corto plazo.
Teniendo en cuenta todas las consecuencias negativas asociadas con el neoliberalismo, la implementaci贸n del desarrollo sostenible debe permitir a los estados ejercer m谩s poder sobre la regulaci贸n.
Mercados todav铆a necesitan que se les permita seguir su curso, pero el Estado tiene que adoptar un papel m谩s activo en la prevenci贸n de conductas perjudiciales y estimular el buen comportamiento.
Por ejemplo, un estado puede aplicar un impuesto sobre la contaminaci贸n para alentar a las empresas a adoptar tecnolog铆as m谩s sostenibles, ya que la reducci贸n de la contaminaci贸n equivaldr铆a a menos impuestos para las corporaciones.
Sin embargo, un Estado tambi茅n puede fomentar el buen comportamiento a trav茅s de incentivos financieros (o subsidios).
Un ejemplo de esto ser铆a que el gobierno (parcialmente) financieramente reembolse a los propietarios de viviendas para la compra de m谩s aparatos que ahorran energ铆a.
Al final, modelos econ贸micos neoliberales tienen serias deficiencias, que s贸lo pueden ser abordadas por la intervenci贸n del gobierno en el mercado.
El
Estado como regulador del desarrollo. | MarcoTeorico.com. (s.f.).
Recuperado 16 mayo, 2019, de
https://www.marcoteorico.com/curso/39/desarrollo-sustentable/84/el-estado-como-regulador-del-desarrollo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario